El martes de esta semana, cuando había terminado de vender el plante del día, el señor Nelson López, propietario de una carretilla de pedal, se vio en la obligación de parar en el taller mecánico que tenía más cerca porque una de las llantas delanteras se estropeó. A-Pin acompañó el fugaz proceso que desvaró a “La guerrera del camino”, nombre que lleva pintado el vehículo en varias partes de su carrocería.
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Cuando A-Pin llegó al lugar de los hechos la carretilla ya estaba levantada por un gato hidráulico. El suceso se presentó en el Montallantas Automático ‘Ciclo Calasanz’, ubicado en Medellín, en la carrera 81B con calle 50. “Ya íbamos para la casa cuando la carretilla empezó a ladearse”, declaró López.
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Carlos Mario Torres, el mecánico que se encargó de hacer el trabajo, aseguró que el neumático estaba bastante deteriorado. “Mírelo: arrugado y lleno de parches”, dijo el hombre, quien antes había tratado de repararlo: “Lo intenté salvar dos veces, pero hay es que cambiarlo porque así no va a durar mucho”, aseguró.
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La llanta también fue declarada “pérdida total” por el experto. “Lisita como culo de muñeca”, bromeó Torres mientras mostraba la superficie de la llanta. Después de valorar el estado de la rueda, el mecánico recomendó cambiar ambas partes: llanta y neumático.
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“A este tipo de llantica se le echa treinta libras de aire”, afirmó Torres, quien tardó menos de un minuto en inflar la llanta. “Me cobró barato: ocho mil pesitos”, contó López, dueño de la carretilla, mientras observaba la operación.
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En “La guerrera del camino” venden verduras, frutas y “hasta pescado”, informó López. “Las baterías son para el megáfono”, explicó el vendedor, quien hace largos recorridos en compañía de dos ayudantes. En la foto se aprecian algunas cáscaras de cebolla. “Ya vendimos todo”, apuntó Nelson.
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Este es el momento en el que Torres termina de poner la llanta. “La montó en dos segundos”, dijo uno de los ayudantes de López, encargado de anunciar los productos. En la foto, Torres nos regala una imagen clásica de los mecánicos.
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A-Pin descubrió un tenis de niño amarrado en el eje delantero de la carretilla. “Es para la buena suerte”, afirmó López, quien agregó que el zapato fue hallado en una esquina del barrio Los Colores. A continuación, escuche lo que dice Torres, el mecánico, quien también conserva un amuleto similar para los buenos negocios…
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Menos de diez minutos tardó el proceso de cambio de llanta y neumático. “Nos fuimos”, anunció López después de pagar con cuatro billetes de dos mil pesos. Sobre el nombre de la carretilla, Nelson, de delantal azul, afirmó: “La guerrera del camino, porque es la que nos ayuda a conseguir la papita”.
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Tras recorrer algunos metros, uno de los ayudantes de López recordó que faltaba ponerle la “tapita” al gusanillo de la llanta. “Para que no se le salga el aire”, argumentó el hombre, quien apretó bien antes de continuar el camino.
Estas son las noticias q no esperamos ver, pero q si valen! Sigan asi A.Pinocho!
¡Excelente!
vendió todo? entonces les está llendo bien, hay que invertir mas en el negocio y comprar los repuestos nuevos, para que no les vuelva a pasar lo del pinchazo
Con razón tiene tanta suerte CODENSA, con esa, mano de zapaticos que están colgados en los cables de la luz.
DanieloG: así seguiremos! Ya sabés que A-Pin es tu casa!
Juango: qué bueno que te gustó!
piero: claro! la llanta que le pusieron a La Guerrera estaba nuevecita.
Anómino: jajaja! qué gran revelación! 😀
Gracias a todos por comentar, saludos!