El Encano, Nariño (A-Pin). Con el fin de recoger un encargo en una casa vecina, la señora Ruth del Carmen Paz atravesó la cancha de la vereda El Puerto, en momentos en que ésta se encontraba vacía y solitaria. A-Pin fue testigo de su paso presuroso por el escenario deportivo y aprovechó para inspeccionar el lugar utilizado por la mujer para acortar el trayecto.
Aunque la mayor parte del terreno se encontraba seco en el momento de los hechos, este diario encontró varios charcos pantanosos provocados por la lluvia reciente. “Yo pasé por un ladito, más que todo esos pantanos se hacen es como en la mitad de la cancha”, dijo Carmen mostrando sus zapatos impecables.
Los arcos de la cancha de El Puerto son de madera y, según los vecinos, tienen unos tres años de haber sido puestos. “Los pintaron los mismos jugadores”, declaró Rosa Delgado, residente y comerciante del lugar.
Una tribuna básica y una caseta, donde en días de partido hay música y venta de cerveza y gaseosa, demarcan uno de los costados de la cancha. “Siempre viene mucha gente porque aquí se juega el torneo interveredal”, le contó doña Ruth a A-Pin. Este diario observó después que la carpa de la caseta permanece con algunos rotos.
“Voy rápido a recoger un encargo”, explicó Ruth al final de su recorrido, negándose a dar más detalles sobre la encomienda. Luego de una pausa para recobrar el aliento, anotó: “Así no le doy toda la vuelta y acorto el camino”.
Según se observó, las mallas de los arcos no están sujetas a los postes por lo que algún remate que pegue en los costados puede terminar en la vía o, en el peor de los casos, en una cuneta de aguas estancadas que está justo atrás de uno de los arcos. “Nunca hemos tenido problemas con goles mal anulados, el caso es jugar y jugar bien”, contó entre risas Juan Carlos Villota, ex integrante del equipo de la vereda.
“Para que la malla no quedara sobre la raya de gol, la templamos con un palo enterrado en la tierra”, apuntó Villota al ver a los reporteros registrando el detalle.
En una revisión exhaustiva de las mallas, A-Pin encontró varios nudos de refuerzo en puntos donde éstas se habían reventado.
“A veces pasa gente por la cancha con animales y bicicletas, vea ahí están las marcas. Antes está buena la canchita”, explicó Villota. En la foto, la huella de un equino.
El arco sur visto desde el punto penal. Según conoció A-Pin, cuando hay definiciones se usa esta portería «para que el balón no se vaya muy lejos», anotó Juan Carlos.